jueves, 30 de junio de 2011

Tus manos .....

Tus manos tan queridas
que a veces amasaban
otras veces tejían
algunas veces arreglaban
 mi cabello y mi ropa
lavaban, pedían…
 Tus manos tan queridas
 llenas de cosas para dar
imaginando un mundo
donde todo era posible
solo con desearlo,
todo se hacía realidad.
 Y así eran refugio
de nuestros desesperos,
y nido de nuestro corazón herido  
 el abrazo de consuelo.
Eran manos que alentaban
que aplaudían  entusiastas   
los logros de nuestros sueños.
Tus manos  eran tan mágicas
donde aparecían siempre
lo necesario para saciar
nuestro pedido.
Y el calor de tus caricias
que tanto nos cuidaba
 siempre dando tus manos,
tanto , tanto amor
 en nuestra tierna infancia
en nuestra adolescencia
 las manos que ya adulta  
quisiera rescatar.
Porque son esas manos
las más amadas mías
 las más tiernas
 la que iluminan siempre
 el camino hacia el futuro
las manos de mamá ¡

    Nery G
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miércoles, 22 de junio de 2011

El portón



Todo estaba detrás del portón
que rígido y tieso
se abría apenas
soldado de hierro
tan alto y tan frío…
afuera la calle ´
el ruido, las risas
las corridas, la pelota
mis hermanos y sus amigos.
Tú no, decía mi madre
cuando yo quería escaparme
 señalando a mi hermano,
él si; porque es varón.
Otra vez la culpa
sentirme en falta y miserable
sin comprender bien la razón.
Aceptar que sólo era una niña
que había cometido
no sé que error.
La muñeca , el triciclo
mis amigos inseparables
la luna llena de a veces
 también la imaginación
que me llevó a burlar
aquel soldado de hierro
y escaparme al exterior.

                                             Nery G  000
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sábado, 18 de junio de 2011

Bichitos de luz



Juntar bichitos de luz
en las casi nochecitas de verano
en la calle de al lado de la vía
era nuestra ilusión.
Cita ineludible aquella
después de la tarde,
Nuestras  madres
entre mates y las cartas
escobas de quince y congas
se olvidaban del reloj.
Nosotros aprovechábamos
 en cómplice silencio,
nos íbamos a la calle
 y cuando salíamos afuera
levantábamos los brazos,
en señal de victoria
 las  risas compartíamos
corriendo detrás del sol.
Que barullo, que alegría!
gritábamos uno, yo dos
A veces pasaba el tren
y quedábamos mirando un rato,
hasta el último vagón
Saludábamos a la gente
Adiós! señor adiós ¡
Después otra vez
detrás de los bichitos
en la calle de tierra
bordeada de azules cardos,
la de al lado de la vía
después que se iba el sol.  

                    Nery G
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