Benjamín era un jovencito que cursaba 2do año de enseñanza secundaria y concurría todos los días a estudiar sin faltar un solo día.
A veces llegaba justo a tiempo para entrar, mientras tocaba el timbre que indicaba el comienzo de la jornada educativa.
Sus compañeros le gritaban apurándole , mientras él muy agitado , apenas podía respirar . ¡ Vamos Benja ¡ ¡ Vamos Benja! Le animaban .
El sonreía apenas , en su cara se evidenciaba el rastro del sol que a diario le acompañaba en tramos del camino donde los árboles escaseaban.
Es que para la construcción del ensanche de una vía de la carretera se habían talado frondosos eucaliptos que habían resistido estoicamente el paso de los años.
Benjamín ahora , los veía cada día cuando pasaba por el costado de esa carretera .
Aún permanecían allí con sus troncos secos , como cadáveres de guerreros que habían sido derrotados después de una extensa batalla.
Él los miraba con pena y seguía su camino.
Esa mañana estaba más agitado que de costumbre , sus compañeros lo notaron . Por eso le preguntaron - ¿ Te sentís bien Benjamín ? El contestó con una leve sonrisa que dejó ver sus dientes blanquísimos - ¡ Si pana ! Estoy bien.
La entonación de su voz evidenciaba que provenía de algún país caribeño
Él y su familia habían llegado por la frontera seca límite con Brasil , después de haber transitado por caminos inhóspitos y desconocidos .
Habían decidido emigrar por la situación difícil que estaban viviendo en su país, y que día a día iba empeorándose .
Con la ilusión de encontrar una vida mejor sus padres, su abuelo , su hermano más chico y él habían llegado hacía ya un año.
En la capital se les había hecho difícil encontrar un trabajo estable. Así que ante un anuncio que ofrecía trabajar en el campo , vieron la oportunidad de emplearse recogiendo frutas de estación. A ese lugar llegaron con sus pocas pertenencias , de inmediato comenzaron sus tareas laborales y Benjamín comenzó a estudiar en ese centro educativo que lo acogió con amabilidad.
Sus compañeros sabían bien que Benjamín cada mañana caminaba casi 10 km para llegar al liceo y otros tantos para regresar a su hogar a la tarde .
Lo admiraban mucho por eso , en cierta forma lo consentían a la hora de los recreos convidándolo con un café o alfajor de dulce de leche que le gustaba muchísimo.
- Mira Benja , acá en el Liceo realizamos una feria de platos típicos todos los años, además de una exposición de diferentes materias y clubs de ciencia. Ahí podríamos vender comidas para poder juntar el dinero suficiente para el paseo a las Termas . – ¿ Te sumas ?
- Es que no sé si pueda ayudar , ni traer algo para vender ..la verdad yo ..
- No te preocupes , tú puedes ayudar a atender el stand. Necesitamos a alguien como tú, que siempre tienes buena onda .
Así, se pusieron a trabajar con mucho entusiasmo los compañeros y compañeras de su clase organizando todos los detalles para el día de la feria .
Eligieron a quiénes iban a cocinar, adornar el stand, a hacer los tickets, quién iba a encargarse de “ vender y cobrar” de conseguir un equipo de audio etc.
Todo perfectamente ideado, esperando que ese día , el “ día más esperado “ llegase para juntar el dinero necesario para realizar el viaje de fin de curso..
Por fin el día de la Feria llegó , corrían los alumnos de un lado a otro armando los stand, las luces, las maquetas , los dibujos y pusieron los alimentos en los platos pronto para su venta. La algarabía era mucha, y hablaban bastante alto entre si. .
La feria duró hasta la noche y fue muy exitosa .
Se vendió todo lo que se había llevado y se juntó bastante dinero en efectivo, que alcanzaría para pagar la primer cuota de reserva del bus .
Pocos días después al llegar al centro educativo , a las corridas como casi siempre, sus compañeros y compañeras le dijeron que antes de entrar al aula pasara por la biblioteca.
Un poco sorprendido y medio temeroso por lo que le iban a decir llegó a la Biblioteca que en semipenunbra lo recibió al abrir la puerta. Caminó unos pasos , entonces repentinamente se encendieron las luces , con la palabra ¡ Sorpresa ¡ lo recibieron todos sus compañeros y compañeras
Benjamín con su sonrisa de dientes muy blancos se acercó en tres pasos a ellos. Preguntándoles que sucedía? Se quedó inmóvil , al ver aparecer una bicicleta que estaba escondida detrás de ellos .
Es tuya Benjamín ¡ esta bici es para vos .
- Pero mi pana – ¿están seguros ? No podía creer que aquella bici reluciente de color roja fuera toda para él.
Se le llenaron los ojos de lágrimas , su voz entrecortada solo pudo decir un Gracias casi silabeado . GRA…CI..AS!!
Ese año los compañeros de 2do D se quedaron sin su paseo de fin de curso , porque decidieron por unanimidad que era mucho más importante que Benjamín tuviera una bicicleta para poder asistir todos los días al Liceo sin apuros y con más comodidad.
Ellos hicieron su mejor acción , fueron solidarios, empáticos pudiéndose poner en lugar de su compañero , a él le cambiaron su realidad , le cambiaron vida.
Ese día Benjamín regresó en bicicleta a su casa y era mucho más grande la sonrisa en su cara.
Fin.
Nery Guerra Alvarez
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