Poeta , que vuelas en alas de tus versos
por todo el inmenso cielo
y el alma de quién te lee puedes acariciar.
Bellas las flores de tu camino
bellos los cantos, bella la música
que la cadencia de tus palabras pueden lograr.
Vas sembrando semillas mágicas
en el silencio inmenso de la soledad,
semillas que crecerán en un futuro
en colores matizados con amor florecerán .
Palabras siempre arropadas en tu esencia
que llegan y abrigan ilusiones
que se han atrevido a estar .
Brote del alma que se resiste a la rutina
que es grito ahogado de libertad .
El amanecer siempre llega ,
la noche se repliega cautiva de tus versos
resignada se aleja ante la luz de la esperanza
recostando su rostro en cada una de tus letras ...
El día prometido acude a la cita
la poesía en letras de luz ha quedado escrita !
Nery Guerra Alvarez
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Cae la semilla
hacia el suelo vuela
malabarismos inútiles
se resiste a la gravedad
que la atrae con fuerza
antes de tocar el suelo
mi mano la aferra .
La veo tan diminuta
también tan perfecta,
tiene misterios en su interior
portadora de secretos
viajera, de quién sabe en que lugar
ha comenzado su vuelo.
Desde donde llega?
con su planear imperceptible
su desafío a cuestas
con el mandato de la especie
de llegar a tierra, arraigarse ahí
y florecer en primavera.
Que magia trae!
toda la información genética
de su especie,
encapsulada y dispuesta
a revelar sus tesoros
cuando la tierra la envuelva.
Entonces miro mi mano,
y ante tal maravilla
me arrodillo en el suelo
hago un pequeño hoyo
y con máximo respeto
la coloco en el medio.
Con la mayor unción
el mejor deseo
le arrimo algunos terrones
que deshago con lo dedos
y al regarla, junto con el agua
también le agrego mis sueños.
Imagino un pequeño brote
arrolladito y minúsculo
tímidamente surgiendo
en un pálido verde
con la fuerza necesaria,
de querer llegar al cielo.
Con toda mi esperanza
con el mejor anhelo
espero verla crecer
poco a poco estirarse
y en ramilletes esmeralda
verla alejarse del suelo.
En colores despertar
su belleza contenida
vistiendo de fragancia
los verdes que la sostienen
ofreciendo generosa
sus flores como luceros.
Quizás con el paso del tiempo
me regale frutos maduros
que sean dulces y tiernos
que me llenen la boca
de tibios amaneceres
y de gotas de rocío
de un dulzor casi nuevo .
Quizás se vuelva un gran árbol
en mi jardín de silencios
y su sombra refresque
en los mediodías de enero
a un soñador, como yo
cuando escriba algunos versos.
Nery Guerra Alvarez /09
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